PRONUNCIAMIENTO DE LA ASAMBLEA GENERAL DE ESTUDIANTES DE LA UTP
Los estudiantes de la Universidad Tecnológica de Pereira, en el marco del Paro Nacional Universitario convocado en defensa de la Universidad Pública colombiana, se reunieron en Asamblea General el 9 de mayo del año en curso, con el propósito de evaluar los acontecimientos que tuvieron lugar el día 7 de mayo en las inmediaciones de la Universidad, luego de que se presentara un enfrentamiento entre el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) de la policía y un grupo de estudiantes, en el cual la comunidad universitaria en su conjunto resultó agredida, incluyendo aquellas personas que no hacían parte de la confrontación, y que se encontraban en actividades culturales, políticas y educativas programadas como actividades de apoyo al Paro Nacional Universitario del 7 y 8 de mayo, las cuales se interrumpieron inmediatamente, quedando como consecuencia un gran número de heridos que a la fecha aún se recuperan.
Esta jornada de protesta, contrario a lo que se ha querido mostrar en algunos medios de información, tuvo unos móviles políticos claros, que se resumen en el rechazo a las medidas retardatarias del gobierno de Álvaro Uribe Vélez que pretenden sumir la educación superior pública en un proceso de privatización que la conduce innegablemente a la mediocridad, proceso al que por supuesto los sectores democráticos de las universidades nos opondremos y, por ende, adelantaremos todas las luchas necesarias y suficientes que nos permitan defender nuestro derecho a la educación de alta calidad, democrática, científica, autónoma, financiada por el Estado y al servicio de la humanidad.
Teniendo en cuenta este contexto, la asamblea aprobó un orden del día en el que se trataron los sucesos del miércoles 7 de mayo, se recordaron los objetivos del Paro, haciendo un balance nacional de las Universidades Públicas, y se tuvo un espacio de discusiones y propuestas.
En primer lugar, la Comisión de Derechos Humanos dio el respectivo informe, por el que se pudo saber, por ejemplo, que hubo en total 15 heridos, de los cuales 8 fueron remitidos a distintas clínicas de la ciudad por la gravedad de sus lesiones. Este informe, claro está, se refiere únicamente a los heridos reportados, es decir, no tiene en cuenta aquellos que por temor a represalias decidieron guardar silencio.
Después de este balance, vino uno sobre el transcurso de la jornada en el resto de universidades públicas del país; se reafirmó, igualmente, que la jornada de Paro Nacional era solamente de dos días, ya que el mismo funcionaría como un “termómetro” para medir si las Universidades Públicas del país estaban en condiciones de entrar en paro indefinido en un semestre posterior, para luchar ante el Congreso de la República por un aumento presupuestal que le garantice la vida a las Universidades Públicas colombianas. Sin embargo, atendiendo a las circunstancias particulares de la UTP, se acordó llevar la jornada hasta el viernes mismo, en calidad de anormalidad académica, reanudándose las clases el lunes siguiente. Asimismo, se ratificó la necesidad de fortalecer los procesos por facultades, para lo cual se decidió realizar asambleas informativas en cada una de ellas en lo que resta del semestre, un solo día, y decidiendo cada facultad la fecha de su mayor conveniencia.
Además, en el transcurso de las discusiones, el Secretario General de la Asamblea Departamental, estudiante de Filosofía en la UTP, intervino para invitar a la Asamblea General de Estudiantes a nombrar un representante que expusiera la situación de la UTP en sesión de la Asamblea Departamental el martes siguiente (13 de mayo). La Asamblea de Estudiantes aceptó, y designó para tal efecto al Representante Estudiantil en el Consejo Académico, Alejandro Parra. Para reforzar su exposición, se decidió también realizar una concentración estudiantil a las afueras de la Asamblea Departamental junto a la Gobernación, el mismo martes a las 10:00 a.m., hora en que iniciaría la sesión de los diputados.
Como puede verse por lo consignado aquí, la situación de anormalidad académica que ha vivido la Universidad Pública colombiana en los últimos días no obedece al capricho de unos cuantos “vándalos” y “revoltosos”, como lo quieren hacer ver las administraciones de las distintas universidades, el Gobierno Nacional y algunos de los medios masivos de información, quienes rara vez toman sus fotografías y hacen sus filmaciones desde el lado de los estudiantes, prefiriendo siempre el lado de las fuerzas represivas del Estado, con la comodidad que da el hecho de resguardarse dentro del orden establecido.
La Asamblea General de Estudiantes de la Universidad Tecnológica de Pereira hace un enérgico llamado a la comunidad estudiantil en general, a los padres y madres de familia que tienen hijos en las universidades públicas o aspiran a matricularlos en alguna, al sector productivo –cuya mano de obra se verá afectada si privatizan la UTP y demás Universidades Públicas–, a los medios democráticos de información y al pueblo risaraldense y colombiano en general, a cerrar filas alrededor de la educación superior pública, uno de los pocos medios de movilidad social que nos quedan, y que se encuentra bajo ataque de la mal llamada Revolución Educativa del gobierno neoliberal, fascista y privatizador de Álvaro Uribe Vélez.
Esta jornada de protesta, contrario a lo que se ha querido mostrar en algunos medios de información, tuvo unos móviles políticos claros, que se resumen en el rechazo a las medidas retardatarias del gobierno de Álvaro Uribe Vélez que pretenden sumir la educación superior pública en un proceso de privatización que la conduce innegablemente a la mediocridad, proceso al que por supuesto los sectores democráticos de las universidades nos opondremos y, por ende, adelantaremos todas las luchas necesarias y suficientes que nos permitan defender nuestro derecho a la educación de alta calidad, democrática, científica, autónoma, financiada por el Estado y al servicio de la humanidad.
Teniendo en cuenta este contexto, la asamblea aprobó un orden del día en el que se trataron los sucesos del miércoles 7 de mayo, se recordaron los objetivos del Paro, haciendo un balance nacional de las Universidades Públicas, y se tuvo un espacio de discusiones y propuestas.
En primer lugar, la Comisión de Derechos Humanos dio el respectivo informe, por el que se pudo saber, por ejemplo, que hubo en total 15 heridos, de los cuales 8 fueron remitidos a distintas clínicas de la ciudad por la gravedad de sus lesiones. Este informe, claro está, se refiere únicamente a los heridos reportados, es decir, no tiene en cuenta aquellos que por temor a represalias decidieron guardar silencio.
Después de este balance, vino uno sobre el transcurso de la jornada en el resto de universidades públicas del país; se reafirmó, igualmente, que la jornada de Paro Nacional era solamente de dos días, ya que el mismo funcionaría como un “termómetro” para medir si las Universidades Públicas del país estaban en condiciones de entrar en paro indefinido en un semestre posterior, para luchar ante el Congreso de la República por un aumento presupuestal que le garantice la vida a las Universidades Públicas colombianas. Sin embargo, atendiendo a las circunstancias particulares de la UTP, se acordó llevar la jornada hasta el viernes mismo, en calidad de anormalidad académica, reanudándose las clases el lunes siguiente. Asimismo, se ratificó la necesidad de fortalecer los procesos por facultades, para lo cual se decidió realizar asambleas informativas en cada una de ellas en lo que resta del semestre, un solo día, y decidiendo cada facultad la fecha de su mayor conveniencia.
Además, en el transcurso de las discusiones, el Secretario General de la Asamblea Departamental, estudiante de Filosofía en la UTP, intervino para invitar a la Asamblea General de Estudiantes a nombrar un representante que expusiera la situación de la UTP en sesión de la Asamblea Departamental el martes siguiente (13 de mayo). La Asamblea de Estudiantes aceptó, y designó para tal efecto al Representante Estudiantil en el Consejo Académico, Alejandro Parra. Para reforzar su exposición, se decidió también realizar una concentración estudiantil a las afueras de la Asamblea Departamental junto a la Gobernación, el mismo martes a las 10:00 a.m., hora en que iniciaría la sesión de los diputados.
Como puede verse por lo consignado aquí, la situación de anormalidad académica que ha vivido la Universidad Pública colombiana en los últimos días no obedece al capricho de unos cuantos “vándalos” y “revoltosos”, como lo quieren hacer ver las administraciones de las distintas universidades, el Gobierno Nacional y algunos de los medios masivos de información, quienes rara vez toman sus fotografías y hacen sus filmaciones desde el lado de los estudiantes, prefiriendo siempre el lado de las fuerzas represivas del Estado, con la comodidad que da el hecho de resguardarse dentro del orden establecido.
La Asamblea General de Estudiantes de la Universidad Tecnológica de Pereira hace un enérgico llamado a la comunidad estudiantil en general, a los padres y madres de familia que tienen hijos en las universidades públicas o aspiran a matricularlos en alguna, al sector productivo –cuya mano de obra se verá afectada si privatizan la UTP y demás Universidades Públicas–, a los medios democráticos de información y al pueblo risaraldense y colombiano en general, a cerrar filas alrededor de la educación superior pública, uno de los pocos medios de movilidad social que nos quedan, y que se encuentra bajo ataque de la mal llamada Revolución Educativa del gobierno neoliberal, fascista y privatizador de Álvaro Uribe Vélez.
¡LA UNIVERSIDAD PÚBLICA, NI PRIVADA, NI CERRADA, NI
MILITARIZADA!
¡VIVA LA UNIVERSIDAD PÚBLICA COLOMBIANA!
¡VIVA LA UNIVERSIDAD PÚBLICA COLOMBIANA!
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