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CONGRESO DE LOS PUEBLOS. Referente y Liderazgos Necesarios

Congreso de los Pueblos. Referente y liderazgo necesarios

Si en algo hay consenso en el conjunto de los movimientos sociales colombianos es en la ausencia de un ente que permita su relacionamiento, coordinación y articulación, por encima de los intereses y las inmediateces de cada uno de ellos. Un ente, un método y una dinámica que permitan responder a la coyuntura pero visualizando el mediano y el largo plazo, sin pretensiones de control ni imposición del más fuerte sobre el más débil.

Respondiendo a esta necesidad, distintas iniciativas circulan entre los activistas, desde el Encuentro Nacional Popular y de la Memoria (ENP-M, con su componente Congreso de los Pueblos), pasando por la Minga indígena y popular, hasta la Cumbre Social y Política. Se puede relacionar también la Gran Coalición Democrática, aunque esta connota otras dinámicas.

Son todas iniciativas necesarias pero insuficientes, más aún cuando entre ellas no se ha intentado –o tal vez no se haya podido– tender un puente de acción mancomunado que permita ahorrar fuerzas y esfuerzos, obteniendo más pronto y mejores resultados para el movimiento social en su acción contra el actual estado de cosas.

Tras un propósito de acción común, proponemos a unos y otros (así como a todos aquellos que no se sientan representados ni incluidos por ninguna de estas iniciativas), debatir la oportunidad y la perspectiva del Congreso de los Pueblos, esbozadas en distintos artículos acogidos por el periódico desde abajo a lo largo de los últimos siete años. Esencia de los mismos que podemos resumir –si lo ven útil– en reuniones que se programen con tal finalidad.

Para estimular el debate, en esta oportunidad respondemos algunos interrogantes, presentados por nuestros lectores acerca del Congreso de los Pueblos.

1. ¿Es el Congreso una instancia con pretensiones institucionales?

Si se entiende por institucionalizar el desplazamiento del Congreso oficial, no. Si se comprende por institucionalizar el alcanzar un reconocimiento y legitimidad dentro de los sectores populares, ganando la capacidad de conducción de sus dinámicas cotidianas, con visión de Estado, sí.

Esta legitimidad permitirá, por ejemplo, la proyección del Congreso en una dinámica de relacionamiento y profundización de las constituyentes locales que funcionan en distintos municipios del país, dándoles cuerpo a embriones de poder local pero también cimentando el surgimiento de un cuarto poder, el popular, caso en el cual se institucionaliza el Congreso.

Ahora, la institucionalización o no institucionalización de su funcionamiento y sus mandatos depende, sobre todo, de la fuerza social que logren sus decisiones y sus orientaciones, y de la proyección estratégica que se den los movimientos sociales, orientaciones que pudieran ser refrendadas de distinta manera, entre ellas por medio de referendos o procesos similares.

2. ¿Cómo se constituiría este Congreso?

Por representación social y política. De ahí que, para lograr que efectivamente se alcance a constituir representación (y no autorrepresentación), la principal característica y el déficit por superar de las expresiones del movimiento social sea la atomización que le maniata, lo cual implica constituir redes y tejidos en todos y entre todos y cada uno de los movimientos sociales, en tal forma que cada uno deje su aislamiento, su gremialismo y su localismo, disponiéndose a pensarse y proyectarse junto con sus pares.

El primer reto, por tanto, es poder encontrarse y discutir. De igual manera, el primer logro, levantar agendas comunes, con tareas puntales que permitan el rompimiento de las fronteras erigidas luego de años de dispersión y, en no pocas ocasiones de profunda despolitización.

Este esfuerzo deberá concretarse en lo nacional pero también en lo regional y lo local. Por ejemplo, si avanzamos en estos campos, la representación por sector llegará a ser tan legítima que impedirá la doble representación (por ejemplo, el sindicato de base y la federación), potenciando desde lo local y lo regional unos verdaderos y legítimos liderazgos hacia lo nacional.

3. ¿Cómo será el sujeto social del Congreso?

Se dice en la literatura política que hay un sujeto social –el obrero–, pero en la práctica el sujeto se conforma y se proyecta según la fuerza y la dinámica que logren ciertos sectores sociales en las luchas cotidianas. Se sabe que, por las condiciones territoriales y poblacionales, en nuestro país el sujeto es urbano, y por las condiciones socio-económicas éste no es obrero, lo cual no impide que otros sectores asuman su ideología y su reivindicación.

De este modo, y de acuerdo con la realidad nacional, el sujeto no es uno solo, es decir, es múltiple, contándose dentro de ellos los trabajadores (hombres y mujeres) formales pero también los cuentapropistas, los desempleados, los trabajadores de la cultura, así como los estudiantes y una gama de representantes de otros artes y oficios. Asimismo, y en una dinámica nacional, están los campesinos, los indígenas, y otras minorías de distinto tipo y carácter.

4. ¿Por qué consideramos que la actual es la coyuntura más apropiada para instalar el Congreso?

No consideramos que esta sea la mejor coyuntura para darle cuerpo a esta iniciativa, pero si nos ponemos a buscar calidades de tiempo y espacio, nunca abordaremos el reto de dotarnos de un referente político, un qué y cómo hacer comunes, tras un propósito estratégico de nuevo tipo. Tal vez, si examinamos todas las variables que caracterizan lo social y lo político entre nosotros, la actual sea la coyuntura menos apropiada (dispersión, localismo, gremialismo, temor, control social, etcétera), pero con toda seguridad esta época sí reúne todas las condiciones que nos llaman a dejar de hacer la política como ha sido abordada, sobre todo en los últimos 20 años.

Si de coyunturas favorables se tratara, la creada tras la derrota de Uribe en el referendo de 2004 fuera la ideal, pero, a pesar de haberse presentado la propuesta en la Gran Coalición Democrática, no fue valorada de manera adecuada y mucho menos aceptada. Otra fue la oportunidad presentada una vez que el Polo Democrático Alternativo se constituyo, ganó cuerpo y despertó inmensas expectativas, aunque, a pesar de ser aceptada la propuesta en su dirección –formalmente–, nunca se le operativizó.
De ahí que, ahora y aquí, en las circunstancias que vivimos, es como nos correspondió asumir el reto de crear una instancia de conducción estratégica, un Estado Mayor del Pueblo que potencie y cualifique la lucha social.

5. ¿Cuál es la diferencia fundamental del Congreso de los Pueblos respecto a las demás iniciativas relacionadas?

La diferencia es básicamente una: el Congreso se propone una dirección de lo social y lo político para ser gobierno y ser poder, y no solamente para alcanzar un buen diagnóstico de la situación nacional, ni como una instancia política para reaccionar y dirigir el quehacer de un sector específico de la población –los trabajadores agremiados.

El Congreso de los Pueblos, en su mejor sentido, es un reto para todo el movimiento social y político, y por ello no puede ser apropiado ni concretado por un solo sector social y/o una sola fuerza. Quien así pretenda e insista actuar llevará a mal puerto la iniciativa, toda vez que en Colombia, por la realidad que nos determina, no son posibles las vanguardias en el sentido arrojado por experiencias conocidas en otros rincones del planeta.

El reto es ahora y entre todos y todas. El punto de arranque, el 20 de julio de 2010.

Lecturas relacionadas
Emergencia Colombia. Encuentro Nacional Popular, periódico desde abajo Nº Junio 15-julio 15 de 2003, pp. 10-11.
Encuentro Nacional Popular. Lo importante no es llegar primero y solo sino a tiempo y con todos, periódico desde abajo Nº Julio 15-agosto14 de 2003, pp. 8-9.
Es tiempo de ser gobierno y ser poder. Gran Coalición Democrática, febrero 2005, periódico desde abajo Nº 98.
El referente, lo más urgente, julio 2005, Periódico desde abajo Nº 103.
Del Cauca viene un pueblo cargado de..., septiembre 2005, Periódico desde abajo Nº 105.
Tareas del movimiento social. Coyuntura post electoral
Mayo 2006, periódico desde abajo Nº 112
Hacia un poder real Congreso de los Pueblos
febrero 2007, Periódico desde abajo Nº 120
Derrotar el autoritarismo, construir dualidad de poderes. Elecciones presidenciales 2006, abril 2006.
Minga indígena y comunera cita al Congreso de los pueblos, noviembre 2008.
2009: la hora tiempo de cosecha Enero 2009 Periódico desde abajo Nº 142
Acción social y política alternativa en Colombia. Los retos ante las bases de los Estados Unidos, agosto 2009, Periódico desde abajo Nº 149
Colombia: la esperanza del “largo 2009”, noviembre, Periódico desde abajo Nº 152
Congreso de los Pueblos. Referente de poder y movilización. 2010, año decisivo para la táctica antioligárquica y la unidad, enero 2010, Periódico desde abajo Nº 153


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