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DOCUMENTO DE DEBATE DE LA COORDINADORA ESTUDIANTIL AMPLIA


DOCUMENTO DE DEBATE DE LA COORDINADORA ESTUDIANTIL AMPLIA

Tras varias jornadas de debate interno y de haber llegado a la conclusión de que era necesario plasmar por escrito las diferentes posiciones que en ella hay, la Coordinadora decidió elaborar el presente documento, con el propósito de consolidarla como un espacio amplio, donde confluyan todas las expresiones de los estudiantes de la UTP y que propicie su articulación en función de los propósitos que se identifiquen.

En primer término, se ponen a consideración de los estudiantes los argumentos expuestos en las últimas sesiones sobre los aspectos más generales de construcción y funcionamiento del proceso de coordinación. Hay que partir de su condición de espacio sancionado por la Asamblea General de Estudiantes de la UTP para cumplir con los propósitos expresados en su denominación. De aquí surge la necesidad de llegar a ciertos consensos:


1) Precisar si el carácter de la Coordinadora es gremial o simplemente amplio, limitando los alcances de dicha amplitud

2) Poner en común aproximaciones y enfoques sobre el tipo de unidad posible: si táctica, de acción, programática u orgánica

3) Decidir si para continuar con el proceso de construcción de la Coordinadora y definir sus criterios de funcionamiento es necesario hacer una declaración de sus principios, recogiendo su espíritu general en una plataforma, si lo que procede es definir particularmente sus fines en un pliego que a su vez defina el espacio como dirigido a la lucha estudiantil, o si es necesario hacer ambas cosas


Todas estas discusiones se dan en el marco de la condición de la Coordinadora como espacio para la consulta, el debate y las propuestas, sin conferirle un carácter estrictamente representativo o decisorio a nombre del Movimiento Estudiantil, sino más bien comprometido con concitar a todas las fuerzas vivas al interior del estudiantado de la Universidad Tecnológica de Pereira.

Sobre el primer punto, se han presentado dos propuestas: la primera indica que el espacio debe ser de carácter gremial, entendiendo por dicho término que la condición para ingresar sería únicamente hacer parte del gremio estudiantil (ser estudiante). Al respecto se presenta una segunda propuesta, la de que el espacio sea definido solamente como amplio, dado que la palabra “gremial” puede dar lugar a confusiones entre los estudiantes, y quizás a pensar en términos de las organizaciones tradicionales, y lo que se pretende es vincular al espectro del estudiantado más amplio posible, creando así movimiento estudiantil. No obstante, también se ha dicho que esa amplitud debería tener limitaciones, pues definida en abstracto posibilitaría la entrada de fuerzas que no necesariamente están a favor de la defensa de la Universidad Pública. Quienes apoyan la propuesta gremial aclaran que ello significaría tener un espacio abierto, tanto en lo que toca a los integrantes como a las sesiones.

El segundo punto es el de qué tipo de unidad podemos alcanzar. ¿Se trata de una unidad táctica, de acción o programática...? En relación con esto, se ha dicho que por el momento de madurez política del Movimiento Estudiantil no es posible llegar todavía a la programática, ya que esto implicaría un alto grado de acuerdo ideológico. Por lo tanto, hay consenso en que la unidad debe ser táctica o de acción.
En el tercer punto, sobre la plataforma y el pliego, hay que tener en cuenta otros elementos: gracias al ambiente generado por el período pasado de lucha, los estudiantes esperan que las diferentes expresiones organizativas y dirigentes estudiantiles de la Universidad les presenten una propuesta de trabajo coherente con el momento histórico en el cual nos encontramos, donde prime la preparación de las diferentes actividades del Movimiento Estudiantil sobre el afán de realizarlas, de forma tal que la Coordinadora pueda proponer salidas a los problemas coyunturales de la Universidad, comprendiendo que el problema no consiste en estar en la coyuntura o afrontarla, sino en superarla, generando así procesos en las diferentes Facultades y Programas, espacios donde se realiza efectivamente la Universidad, para llevar a cabo una labor que perdure en el tiempo.

El momento histórico a que hacemos referencia requiere que la Coordinadora le haga aportes al Movimiento Estudiantil para dar respuestas a los problemas profundos de mercantilización e instrumentalización del conocimiento y la educación, que profundizan los procesos de privatización en las Universidades, máxime cuando el mismo Rector de la UTP dice que: "Hay que reconocer que la financiación de la educación superior se ha desplazado hacia un híbrido que se alimenta de lo público y de lo privado" . Adicionalmente, hay problemas de democracia y de violación de derechos humanos, en medio de una crisis estructural que impide y reduce paulatinamente el presupuesto de las universidades públicas del país y le impone limitaciones a la autonomía universitaria. También es necesario establecer los orígenes del problema, con el fin de definir los objetivos clave: si es la falta de presupuesto la que reduce la autonomía universitaria, si es la falta de autonomía la que engloba el problema de presupuesto y democracia, o si son problemas que surgen de forma paralela.

Dicho lo anterior, podemos examinar el pliego y la plataforma. Lo que se ha planteado sobre ésta última es que sirva para incluir unos elementos generales referentes al carácter, objetivos, naturaleza y principios de la Coordinadora. Se ha dicho, además, que puede servir para ponernos de acuerdo en el lenguaje, así como para definir quiénes participan del mismo y quiénes no, y que no va dirigido a modificar la estrategia de las organizaciones, sino a ganar unidad táctica. Reconociendo la necesidad de crear una plataforma, algunos señalan que es necesario de todos modos definir sus términos y alcances. También se propone que, de crear una plataforma, es necesario someterla a la más amplia discusión y, en última instancia, a la aprobación de la Asamblea General, que es de donde surgió la Coordinadora, vinculando a cualquier expresión organizativa o estudiante no organizado que se sienta recogido (a) dentro de los principios en ella plasmados. Por otro lado, hay también propuestas a favor de un pliego de peticiones (en lugar de la plataforma) que recoja los blancos puntuales del Movimiento Estudiantil de la UTP y las tareas para lograrlos, teniendo en cuenta que lo que se está proponiendo es tener unos criterios colectivos específicos sobre cómo dar la lucha estudiantil, y que si bien la plataforma no requiere el nivel de unidad del programa, sí exige un nivel de unidad para el cual no se ve maduro el Movimiento Estudiantil. Se plantea que ya existen los insumos para elaborar un pliego de peticiones y que lo que habría que hacer es actualizarlos para generar movilización alrededor de él.

Finalmente, hay propuestas a favor de realizar ambas cosas, pues se dice que una plataforma, siempre y cuando sea de lucha y no programática, no es excluyente con la creación de un pliego, reiterándose que puede servir para ponernos de acuerdo en el lenguaje y en cosas mínimas.

Julio 10 de 2008


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