Publicado por Comisión de Medios UTP | 1 comentarios

REGRESA LA CACERÍA DE BRUJAS A LA UTP



¡Que vivan los estudiantes!

Jardín de las alegrías!

Son aves que no se asustan

De animal ni policía,

Y no le asustan las balas

ni el ladrar de la jauría.

Caramba y zamba la cosa,

¡que viva la astronomía!

VIOLETA PARRA.

Disfrazarse de defensores de los Derechos Humanos era lo único que les faltaba a los cazadores de brujas colombianos, quienes en realidad son defensores de la guerra y enemigos de la paz. No de otra manera puede explicarse la irresponsabilidad que constituye, en términos del derecho, la serie de acusaciones y generalizaciones que vienen circulando en los medios de comunicación sobre la situación política que se vive en las universidades públicas del país. Es de vieja data la estrategia de la extrema derecha colombiana de lanzar acusaciones generalizadas a diestra y siniestra contra los movimientos sociales, con el fin de generar un ambiente de zozobra a su interior. Pero ni la comunidad universitaria, ni las autoridades, que tienen el deber constitucional de proteger "la vida, honra y bienes" de todos los ciudadanos sin discriminación de ninguna clase, ni el pueblo colombiano en general, pueden olvidar las consecuencias que, históricamente, ha tenido ese tipo de acusaciones en detrimento de la vida y la dignidad humanas.

Frecuentemente, después de que altos funcionarios y personalidades reconocidas de la nación han hecho irresponsables señalamientos generalizados de una supuesta infiltración subversiva o guerrillera en los movimientos sociales, sus integrantes han sido "macartizados", perseguidos, desaparecidos e incluso asesinados. Es por ello que informaciones globales, inespecíficas y carentes de todo sustento probatorio y jurídico, como las entregadas por el señor Eisenhower Zapata en sus recientes declaraciones al canal regional Telecafé y al diario La Tarde en donde dijo que "Se ha detectado integrantes del PC3 y de la Federación de Estudiantes en la UTP y en otras dos. Igualmente se han conocido agresiones dentro de esos planteles en contra de los estudiantes que no están de acuerdo con las ideas de otros. La Policía tiene informaciones pero nada se ha comprobado aún"[1], no sólo son irresponsables, sino que también pueden catalogarse como incitación a la violencia contra miembros de la comunidad universitaria que por su actividad de oposición pueden ser señalados en tal sentido. En consecuencia, y en nuestra calidad de defensores de derechos humanos, exigimos al señor Zapata y a los medios de comunicación involucrados, la rectificación de las informaciones transmitidas por ellos, de acuerdo con los derechos garantizados en los artículos 15 y 20 de la Constitución Política de Colombia, toda vez que lo único que buscan es crear un ambiente hostil hacia cualquier actividad reivindicativa del movimiento estudiantil, poniendo en riesgo la seguridad e integridad de sus activistas.

Si el señor Zapata tiene alguna prueba de las supuestas infiltraciones de que dice tener conocimiento, lo que procede, según el ordenamiento jurídico colombiano, es hacer la respectiva denuncia ante las autoridades correspondientes y no, al mejor estilo del ingratamente recordado senador norteamericano de apellido McCarthy, salir ante el primer micrófono disponible a poner un manto de duda sobre todos aquellos que ejercemos nuestro constitucional y legítimo derecho a la organización y a la protesta. Sirva este espacio también para recordar que quienes hacen este tipo de acusaciones están pasando por encima del principio de la buena fe y de la presunción de inocencia, al lanzar acusaciones colectivas sin ningún fundamento. No les haría mal recordar que, cuando se hace una acusación, es quien acusa el que tiene que demostrar lo que imputa, pues todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario.

Cabe recalcar que toda esta situación hace parte de la campaña del gobierno central de Álvaro Uribe Vélez, en contubernio con su bancada parlamentaria y demás aliados políticos, para señalar y estigmatizar a quienes, reiteramos, ejercemos nuestro legítimo derecho a la organización y a la protesta. En este sentido, hacemos pública nuestra solidaridad con los estudiantes de la UNIVERSIDAD DISTRITAL de Bogotá, la UNIVERSIDAD NACIONAL, la UNIVERSIDAD DEL VALLE y demás universidades del país, cuyos estudiantes han sido estigmatizados por enarbolar reivindicaciones democráticas, llegando incluso a ser señalada la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), organización estudiantil completamente legal y que lucha por la defensa de la universidad pública.

Lo que quieren los cazadores de brujas y enemigos de la paz no es más que levantar cortinas de humo para evitar que el pueblo colombiano vea sus alianzas con las oscuras fuerzas de la extrema derecha y el narcotráfico, apelando a un torcido sentido de la estética según el cual cualquier expresión de pensamiento diferente al suyo es criminal y debe ser eliminada, por cuanto desentona con la "armonía" totalitaria y confesional que quieren establecer. Pero la comunidad universitaria nacional y el pueblo colombiano en general son mucho más inteligentes que estas acciones de terrorismo de Estado, y más temprano que tarde terminarán descubriéndolas y desmontándolas.

Así pues, invitamos a todos los sindicatos, organizaciones sociales y políticas, organizaciones defensoras de derechos humanos a movilizarse con la comunidad universitaria de la Universidad Tecnológica de Pereira el próximo miércoles 24 de septiembre a las 9:00 a.m. desde el "Parque de los Sapos" (Frente al edificio de Industrial de la UTP) hasta el Parque Simón Bolívar, en lo que hemos denominado la "MARCHA CONTRA LA ESTIGMATIZACIÓN DEL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL".


COMITÉ ESTUDIANTIL DE DERECHOS HUMANOS – UTP

[1] http://www.latarde.com/2008/9/18/jud1.htm

1 comentario:

  1. Es una acción perversa la que se está realizando en contra de aquellos que procuran exponer su pensamiento y tienen la valentía de decir que no están de acuerdo, todo en completa armonía con el pensamiento de sapos que el gobierno quiere implantar en las mentes entumecidas de los colombianos

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