DECLARACIÓN ASAMBLEA GENERAL DE JORNADA ESPECIAL

Septiembre 22 de 2011.

Como es bien sabido la jornada especial funciona como un proyecto especial, antes llamado como proyecto de operación comercial UTP, donde estos proyectos se caracterizan principalmente porque en pago de matriculas se realiza por un monto cercano a 2.7 SMMLV en el caso de ingenierías y donde la autofinanciación es fundamental para sostener los programas, en contraste con los estudiantes regulares de la universidad con sus pagos basados en ingresos que también están sujetos a incrementos anuales. Un panorama similar en cuanto a desigualdad y perdida de beneficios se ve en otras áreas como el bienestar universitario y las matriculas de honor, etc. Todo esto a causa de políticas gubernamentales que como la reforma a la ley 30 quieren rebajar la dignidad de la universidad pública y hoy en día nos tiene sumergidos en una crisis, donde el estado se ha desatendido poco a poco de su responsabilidad en el mantenimiento de la educación pública superior, dejando el campo libre para que Universidades Públicas se hayan inventado salidas como la de nuestra Jornada Especial, que solo exacerban las desigualdades y cierran la puerta a una Educación Superior de calidad y financiada por el estado. La Jornada Especial, que en principio se justificó como la necesidad de un sector de la población que por ocupaciones laborales no podía asistir de día y que supuestamente podía sostener sus pagos la operación comercial, se fue convirtiendo en la punta de lanza de la privatización como claramente lo demuestran la apertura en el día de otras carreras como Atención pre hospitalaria, Turismo y Medicina Veterinaria, con unos costos más elevados aún.

Ante este panorama, al que el estudiante de Jornada Especial llega por necesidad y no por gusto, la Asamblea de Estudiantes de Jornada Especial ha decidido apoyar las discusiones y actividades que a nivel local y regional se vienen desarrollando para preparar al Movimiento Estudiantil Colombiano para las jornadas de lucha que desde la Coordinadora Nacional de estudiante se vienen planteando, pero al mismo tiempo hace un llamado al Movimiento Estudiantil de la UTP a que reoriente su táctica, evaluando las condiciones particulares de los estudiantes de nuestra jornada y leyendo de manera objetiva la condición en la que nos encontramos: La formación política de los estudiantes de jornada especial difiere en gran medida con lo que se podría ver en la jornada normal, esto se ve reflejado en su inclusión al sistema, y lo que para todos nosotros es una causa altruista lastimosamente para muchas personas es simplemente unas vacaciones forzosas, una recocha en la universidad o sencillamente la oportunidad de hacer otras cosas que la familia o el trabajo exigen y esto está claro al observar las asistencias a asambleas de JE y asambleas generales que aunque han mostrado un repunte importante siguen siendo pobres con respecto al total de la población de estudiantes. Aproximadamente el 70% de los estudiantes de jornada especial pagan sus estudios con recursos propios que vienen del trabajo que desempeñan (no de papi y mami como erradamente algunos compañeros creen), lo que se traduce en enormes pérdidas económicas para las finanzas personales de estos, sin contar con las personas que reciben auxilios económicos de sus empresas. Esto se debe tomar en serio sin protagonismo ni acusaciones, para poder interpretar la realidad y potenciar la lucha. El principal argumento que se ha levantado es la presión financiera sobre la administración debido a la incapacidad de ejecutar los recursos que vienen de las partidas presupuestales, nacionales, departamentales y municipales, si tenemos en cuenta que la jornada especial y su auto financiación cubre en gran medida los gastos variables, los gastos fijos parecerían pequeños en comparación y el verdadero ente presionado serian los bolsillos de los mismos estudiantes de Jornada Especial.

El triste futuro que se deja ver para los estudiantes de jornada especial es que muy pocos asistirán a las actividades programadas ya que el hecho de estar en paro está directamente relacionado con las faltas a la universidad y solo pocos apoyarán con todo las marchas y demás actividades. Un bosquejo de la situación muestra que la jornada especial está dividida en 3 tipos de estudiantes, los que desean continuar con el paro incondicionalmente, los que abogan por el regreso a clases y los que están esperando por noticias en sus casas que lastimosamente son las mayoría, desde diferentes espacios académicos se ha llegado a la conclusión que la situación actual no tiene sostenibilidad en el tiempo ya que el trabajo se debe hacer con la indiferencia de esa mayoría, y la mejor alternativa es dar las herramientas para formar los criterios pero eso exige la asistencia a la universidad y desde aquí poder canalizar nuestros esfuerzos en miras de lograr el apoyo de esa parte del estudiantado a través de actividades semanales como las que se están madurando.

De manera pues que la Asamblea de Estudiantes de Jornada Especial pone a disposición de la Asamblea General una propuesta que si bien va en contravía de lo que muchos promulgan, podría resumirse como la forma de lograr mayor compromiso de los estudiantes de jornada especial en las actividades de los estudiantes que se encuentran en paro. Hay que tener en cuenta que en las condiciones actuales, la única forma efectiva de que la universidad enfile su artillería contra la reforma a la ley 30 es con eventos de eco nacional como son las marchas multitudinarias, y eventos que dejan ver el talento detrás del movimiento estudiantil, como lo fueron la besa ton, thriller, pijamada, noche de lápices, etc. Lo cual se concretaría en un GRAN PARO NACIONAL EN DEFENSA DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR o como algunos han propuesto por la DEFENSA DEL PROGRAMA MÍNIMO DE LOS ESTUDIANTES. Como lo demuestran los hechos estas condiciones no están dadas aún, por más que la UTP tenga un nivel de movilización muy superior al del resto de universidades, el conjunto de universidades universitario se encuentra en un momento de acumulación de fuerzas. El deber entonces del movimiento estudiantil de la UTP es aprovechar ese impulso para aportar más en este camino, evitando un desgate innecesario y contraproducente.

En concreto la asamblea de estudiantes de jornada especial decidió:

1. Apoyar a lucha contra la reforma a la ley 30 y por el modelo alternativo de universidad pública. Por lo que se participará, como ya lo venimos haciendo, de todas las jornadas programadas.

2. Solicitar a la Asamblea general que se den todas las garantías para la participación masiva de los estudiantes de jornada especial en las asambleas: horario, reconocimiento de vocería, reconocimiento de las diferencias, no a la estigmatización, etc. De no ser así no sería posible reconocerla, como hasta ahora lo hemos hecho, como autoridad máxima.

3. Proponer a la Asamblea General el regreso a actividades académicas en JE, con el fin de evitar el desgaste a destiempo del movimiento, la formación y aglutinación de más estudiantes de JE a la lucha, y la construcción de nuestros aportes al pliego nacional o PROGRAMA MÍNIMO.

4. Exigir a la administración la definición de un día a la semana de actividades relacionadas con esta lucha para garantizar lo propuesto en el anterior punto.

ASAMBLEA GENERAL DE ESTUDIANTES DE JORNADA ESPECIAL.